&Londo-niar.

En esta ciudad, llueve,
la gente amable
con mi persona
se agradece, pero,
no entiendo
ese rechazo hacia la línea recta.

Llueve, llueve.
Más lluvia.

Ignoran
que entre dos puntos 
el camino se abrevia.

Llueve, y no para de llover.

Laberintos para el bus,
para el control de seguridad,
para acceder al aparcamiento.

En esta isla carretera más corta
entre dos mundos
es la libra esterlina.

Llueve.

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