Viaje al centro de la tierra (reflexión).

Conoce donde duerme
mi perra, el color
del alimento que glaciar espera
la bendición de la boca.

Mide los sujetos
que reptan sobre los estantes; las fotos.
Los estampados de jardines babilónicos
que abrazan a los pasadores hacia la cama.

La mesa, las persianas mallorquinas.

Ha entrado tantas veces dentro de la casa.

Que de sobra sabe, donde guardo la sal y el azúcar,
en la habitación platónica-uterina que caverna
ha tocado su sexo.

El sofá tiene la forma de sus ancas y los muebles aguardan
los gestos-alardes de la desaprobación
que del mundo subterráneo-Lladó hace
de mi manera de saltar
al hacia y al antes.

Guau.

El ladrillo.

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