Desplantes rain.

El bochorno como un buen figurante
ha entrado en escena, por eso,
en esta época inicio mi ritual de lluvia.

No es el Amazonas ni un invernadero
de carretera,pero las plantas que han decidido
convivir con la soledad de vasos de leche con chocolate
y ojos somnolientos, agradecen
que las coloque en el centro de mi bañera
y con la ducha
les haga creer que están en una bello paraje,
allí en la montaña;
a veces, sentirán que son del llano,
otras que guarecen cerca de un cementerio.

Mis mudos oleáceos sienten las gotas 
y se emborrachan de vida. Las palabras,
también, pueden regenerar o secar el tomate con latido.


Luego, agradecidas de oxígeno mi baño de Leroy insuflan;
y les narro que los humanos
vivimos en semejantes condiciones,
vemos fotos por Internet
y tenemos fe que esa luz en forma de campo es la realidad, mas, virtual y desesperada 
de olivos.

Plantas, toca lluvia, vosotras en la campiña,
y mema de mí, pensaré que soy la lluvia de Mistral.







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