Calabazas

Entré al ruedo a matar
con veinticinco minutos de retraso,
él desairado
con un cenicero lleno de pitillos cojos
y yo directa al grano:

-Desconozco el origen
de tu insistencia en conocerme (le había anulado tres citas)
pero no soy nadie, no conozco a nadie,
y no pertenezco a nada.
Así que dicho todo esto me marcho directa,
pues, ya no tiene sentido comer juntos.

Se quedó como una camisa cuadriculada
igual que yo, al irrumpir tigre a su mesa
y ver a un vasco como recién caído de la nave
de encuentros en la tercera fase.

Haciendo honor a la película
más taquillera de la historia española.
Iba clavado a la estética de dicho feudo.

Creo que eso lejos de espantarlo
le atrajo, le costó que me relajara,
la luz  molesta y el calor asfixiante.

II

Tienes una hora para estar conmigo.


III

Su aspecto no coincidía con sus modales,
era refinado y cató el vino,
El lugar, un sitio caro,
y él lejos de estar coaccionado
por mi entrada escorpión
empezó a hablar de su vida laboral.

Me presenté plana,
apenas sin maquillaje ni pretensiones.

IV

A medida que conversaba
iba ganando terreno,
aunque he de ser sincera,
no me fío de ningún poeta
del sexo masculino.

Yo más que poeta
me dedico al cómic, subrayó.

Estaba convencido de que era
un descendiente o el mismísimo Corto Maltés,
enseñando de un modo libidinoso
un tatuaje semejante al del  yacuzza
que le recorría hombro, brazo y tórax.

V

Teníamos muchas cosas en común,
se había estudiado mi Facebook,
era obvio.

VI

A los postres
sacó toda su artillería,
un hombre seguro de sí mismo
que regaló su libro y sacó una agenda roja
de páginas en blanco para escribir

Estaba lleno de inscripciones
procedente de mujeres
y dibujos.

Casanova.
Casanova.

Dijo de volver a vernos.

No lo sé.

No estoy receptiva para el amor o el sexo,
no quiero involucrarme emocionalmente otra vez.

Tengo un viaje muy importante
y estudiar mucho.

Y él sonriendo,
me dijo:

- Vendrás a Bilbao en septiembre.

























Comentarios

Entradas populares