RATA RUSA

            I


Apurando el último trago de pálinka
ella prendió su zippo made in Hong Kong
y encendió la flema de Montecarlo
aún con aromas de cedros de Ucrania.

          II


Rubia era así...

Si hay que morir
por qué no hacerlo dulcemente.

Castaño en cambio
deambulaba de pared a pared
impotente de ver como ella se desvanecía
igual que el humo nocturno.

Con una jerga femenina
levantaba los brazos en alto
y ella sonrosada
no podía evitar esbozar un trueno.

Le recordaba
al reno tapiz
que estaba colgado
de su recién estrenado sanatorio.

Enervado exclamaba:

-Me has decepcionado.
-Me has ultrajado.
-Me has vendido.
-Me has humillado.
-Me has engañado.

Envuelto de orina acabó el piso
inundado de lamentaciones
con sabor a urea.

Rubia se levantó
enderezándose la costura de su media negra
le besó en la frente
agotada de tanto participio
y con la gabardina número cinco,
le musitó:

-Sayonara Baby.

      III

De noche vuelve gatuna
y hace frío de crucero.
la sábana, en cambio,hierve de ira.

Fahrenheit es un perfume caro.

Butterfly sonaba de un disco vinilo
cuando ella se lanzó
                                del tercero


                                                 de sus recuerdos.






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