EL BAILE DE LOS CISNES.

Busqué gorriones
agazapados en los cubos
iban vestidos
con camisa y chándal.

Busqué flamencos
de cuclillas,
abrían las bolsas-ceniza
en busca de muñecas de plomo.

Busqué mariposas
y ellas esperaban el cierre
para recibir
en bandejas de contrachapado
la mortaja
de la sección-perecederos.

Pimientos en las manos
que parecen amapolas
del cuadro
que una pareja recogió
para vender en el rastro.

Gorriones, famencos, mariposas
y un cisne orinado
en el callejón Paraíso.

Busqué, buscad
la belleza suburbana
del camino al vertedero
que pronto
tendrá ninfas escarbando
entre sus entrañas el cobre.

Personas
que viven
de las sobras
como la gaviota
del puerto de Ibiza.

Qué no lo vean mis ojos.

Y mientras...

Seguid contemplando
la belleza.

Mientras los pájaros cantan.
el baile de los cisnes.

Comentarios

  1. Terapéutico ese vuelo de la gaviota, el orinar de los cisnes, después su baile, me encanta querida poeta, un poema espléndido a cortapelo de lo propio en tiempos de ir a misa, Amén.

    Besos,

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  2. Vicente siempre en la sombra de la aurea o viceversa.Mi hermano pirata.Gracias!!!!!

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